Avanzando como un barco rompehielos, la rapera freestyle, cantante y compositora Sara Socas (Tegueste, Tenerife, 1997) ha hecho historia abriéndose camino en un entorno artístico eminentemente masculino y logrando lo que ninguna otra mujer había conseguido en el mundo del rap en español. ¿Alguna vez has visto una «batalla de gallos»? En ellas, los raperos freestyle se retan entre ellos para competir y, por turnos, se enfrentan en batallas verbales totalmente improvisadas en las que son vitales el contenido del mensaje, la calidad de la rima, la complejidad, el flow y el ingenio que demuestran los participantes, llamados también «gallos», o MCs.

Sara Socas, que empezó en este mundo profesional hace solo 4 años, ganaba hace unas semanas la Copa Federación en la Final Nacional de la Batalla de Maestros España, lo que suponía su ascenso a la liga nacional española, la Freestyle Master Series (FMS), que enfrenta anualmente a los 10 mejores freestylers del país. Así, con 23 años, Sara se convertía en la primera mujer en acceder a la liga de la FMS, en la que competirá la próxima temporada. Un año antes, la FMS le propuso formar parte de la liga como invitada, pero Socas no aceptó porque quería conseguirlo por méritos propios, compitiendo, como todos los demás. Y lo consiguió: fue la líder indiscutible del ranking de ascenso con 122 mil puntos, acallando a los escépticos y demostrando su valía sobre la tarima

Su última temporada ha dejado a muchos sin palabras: fue finalista de la regional online de Batalla de Maestros y campeona de la regional online de Street Warriors, de la Gold Battle Barcelona y de la Freedom Fighters. Hoy está en su mejor momento, creciendo también en su faceta como cantante. Se la reconoce por su ingenio, sus réplicas feministas y por plantarse sin miedo ante los mejores. ¡Vamos a conocer mejor a esta pionera del freestyle femenino!

Sara Socas es la primera mujer en la historia del rap español en ascender a la liga nacional profesional, la Freestyle Master Series (FMS)
Sara Socas en el videoclip de su tema "Bambi", 2020. Foto: Andrey Lukovnikov. Fuente: IG @sarasocass

Esta joven tinerfeña, natural de Tegueste, comenzó muy joven a escuchar rap porque a su hermano le gustaba este estilo musical. Cuando se fue a Madrid, a estudiar Periodismo y Comunicación Audiovisual, una noche de fiesta, varios chicos comenzaron a improvisar rimas y ella decidió acompañarles casi sin pensarlo. Esa noche hubo algo en ella que cambió, descubrió una sensación que no iba a olvidar. En la residencia de estudiantes, empezó a juntarse con más gente para rapear en una plaza. Su padre había sido profesor de lengua española, una de sus asignaturas preferidas y, tal vez, esto marcó su relación con las palabras, que jugarían un papel fundamental como su herramienta de trabajo. Además, Socas tenía ya una base de formación musical, componía y tocaba la guitarra, el piano y el bajo, así que pronto empezó a investigar, a probar y a subir a internet vídeos en los que hacía sus improvisaciones. Poco a poco, el público empezó a interesarse por su trabajo. Era el año 2016 y Socas comenzaba a abrirse paso en el mundo del rap. Al principio se lo tomaba como un hobby, pero pronto se dio cuenta de que podía tener un futuro profesional. Cuenta que sintió el apoyo del circuito underground cuando, a pesar de que no era habitual en una mujer, empezó a competir en las llamadas “batallas de gallos”, enfrentándose a otros freestylers en un duelo de rap improvisado. Con la práctica, fue adquiriendo seguridad y solidez. Sara demostró tener coraje, carisma, rapidez mental y elocuencia en sus rimas, por lo que los éxitos no tardaron en llegar. En 2017, ganó la segunda edición de la Girl Battle de Madrid, derrotando en la final a la rapera Rasvy.  El año siguiente conquistaría la Femme Battle, la Batalla de Azuqueca y el Urban Festival de Madrid.

Descubrió el freestyle una noche de fiesta y empezó a practicar y a competir en «batallas de gallos»
Sin buscarlo, Sara Socas se convirtió en un referente feminista de la noche a la mañana. Fuente: IG @sarasocass

2019 fue el año del boom. Alentada por el ejemplo de su amiga, la rapera Erika2Santos, Sara se presenta a la Red Bull Batalla de los Gallos 2019, la competición internacional más prestigiosa de freestyle. Ambas se convierten en las dos primeras mujeres en hacerlo, y Socas, además, logra llegar hasta las semifinales. A finales de ese año, participa también (fue la única mujer en hacerlo) en las batallas de gallos de exhibición de Otumba en Ciudad de México. Allí tendría lugar un punto de inflexión en su trayectoria: Socas da una réplica de contenido femenista a su oponente Rapder en plena batalla que se hace viral en redes sociales.  El mexicano, que veía cómo el público celebraba sus rimas machistas, calificó a Sara de feminazi y le dijo que «las mujeres más hermosas están en mi país», a lo que ella replicó: «¿Que las hermosas/ están en tu país?/ Entonces, ¿por qué coño/ las estáis dejando morir?/ Solo las valoráis por la belleza/ no os fijáis en lo que hay dentro de su cabeza/ y las tratáis como si fueran la milanesa» y concluía «lo siento/ ojalá algún día no aplaudáis estas cosas en eventos». Sus palabras se convirtieron en trending topic en España y México en apenas 48h, provocaron un gran revuelo mediático y la dieron a conocer ante el gran público.

La tinerfeña, que no buscaba convertirse en un referente, se encontró con una oleada de fama repentina y, aunque inicialmente lo rechazaba, tuvo que asumir que su figura representa la voz femenina en un entorno en el que nunca antes había sido escuchada. Más tarde, para acallar las críticas que atacaban a su compañero de batalla, Rapder, Sara explicaba a los medios que el rapero no es machista, y no se le puede juzgar por el personaje que había elegido mostrar en la batalla, ya que, para ganar al rival, los competidores adoptan posturas contrapuestas, por lo que no todo lo que se dice en freestyle es real.

Sus réplicas feministas a las rimas machistas en la exhibición de Otumba (Ciudad de México) la convirtieron en trending topic en apenas 48h: un golpe de fama que sería difícil de digerir

A raíz de esta fama repentina, Sara también tuvo que soportar mucho odio digital por parte de personas que la atacaban a causa de sus ideas o por ser una mujer iniciándose en un estilo musical tradicionalmente masculino. No le gusta que la califiquen de influencer, aunque su cuenta de Instagram acumula ya 948K seguidores, porque su única preocupación es seguir mejorando y aprendiendo, practicando y ensayando, al margen de las opiniones que sus intervenciones puedan generar. También ha dejado de lado los acuerdos con marcas de ropa, para vestir solo lo que le gusta en cada momento. Sara se siente libre y quiere seguir así: «No tengo miedo a decir lo que pienso», explicaba en una entrevista concedida a Old Days hace apenas dos meses. Tal vez sin pretenderlo, Sara es un ejemplo de pensamiento libre, un modelo de comportamiento que observan millones de mujeres, a las que, tal vez, inspire la seguridad en sí misma que derrocha a la hora de expresarse. ¡Algo muy positivo en nuestra sociedad, especialmente entre la juventud!

En la citada entrevista, curiosamente, afirmaba que practicó baloncesto hace años, pero que en realidad le hubiera gustado practicar fútbol. Sin embargo, en su pueblo no había equipo femenino y no pudo ser. Es paradójico que, finalmente, se haya hecho su propio hueco en una profesión en la que no había mujeres y haya conseguido, a día de hoy, sentirse a gusto.

Sara Socas aprovecha su éxito y su repercusión para reivindicar el lugar de las mujeres en el rap desde distintos altavoces. Fue colaboradora en el programa La Ventana de la Cadena Ser junto al rapero Arkano. También impartió talleres de rap dirigidos a adolescentes en riesgo de exclusión social en varios institutos de la Comunidad de Madrid. Y es que el rap siempre ha tenido un elevado componente de compromiso social en sus letras y en su filosofía. 

«No tengo miedo a decir lo que pienso»
"Ahora me quiero más" fue su carta de presentación como cantante, con la producción musical de Vlack Motor, en 2019. Fuente: IG @sarasocass

Socas se siente orgullosa de su carrera musical como cantante y también como compositora. Después de sacar varios sencillos, Ahora me quiero más, Sugarina, (junto a Vlack Motor, 2019), Pieles, Bambi (2020) o Apareciste tú (2021),  está a las puertas de sacar a la venta su EP 23. Ha colaborado con freestylers y cantantes como Luisaker o Fran Mariscal y varios de sus temas sobrepasan ya el millón de reproducciones.

Gracias a estos trabajos, cada vez más público está descubriendo a esta artista polifacética que se autodefine como «escritora, creadora/ autora, comunicadora/ profesora, directora/ no dictadora, dicto lo que me dice el bolígrafo aquí y ahora» (Sugarina, 2019). Ha sabido mantener su esencia, incluso dentro de la exigente industria musical, y explica que el equipo del que se ha rodeado entiende cómo es y no trata de cambiarla. Ella misma lo deja claro en sus letras: «Y ahora que estoy aquí/ no me digas qué hacer/ no soy un maniquí/ yo sí me sé mover» (Bambi, 2020).

Con cada paso adelante, Socas vuelve a demostrar que es una artista con luz propia a la que nadie ha regalado nada, aunque algunos se empeñen en argumentar que hay éxitos que le han llegado solo por el hecho de ser mujer. En cualquier caso, parece lógico pensar que la creciente calidad de sus rimas, su actitud guerrera, sus victorias y su perseverancia han tenido mucho que ver con los reconocimientos que ha ido cosechando. 

Se autodefine como «escritora, creadora/ autora, comunicadora/ profesora, directora/ no dictadora, dicto lo que me dice el bolígrafo aquí y ahora» (Sugarina, 2019)

Por suerte, cada vez son menos los ámbitos en los que las mujeres no participan. En parte, gracias a personas como Sara Socas que, con solo 23 años, puede presumir de haber derribado muchas barreras en el freestyle de habla hispana. Ha resistido una tremenda presión externa e interna, no se ha acobardado ante las críticas y ha demostrado, con su trabajo, que merece estar ahí tanto como cualquiera de sus compañeros. 

Su agenda no para, tampoco este verano. Podremos verla en distintas competiciones, como el mundial de God Level Free, rodeada de los más grandes del free español. Sin duda, son muchos los que ya están deseando verla batirse en duelo con los mejores MCs de la FMS la próxima temporada. Hoy, es un referente que inspira a mujeres y hombres, especialmente a los más jóvenes, más allá incluso del ámbito del rap. Aunque su trayectoria está tan solo despegando, su mayor victoria es naturalizar la presencia de las mujeres en el freestyle, y dar ejemplo de que, en ese escenario, es posible alzar la voz sin miedo y ser escuchada y valorada por compañeros, jueces y público. ¡Seguro que muchas se animarán a intentarlo gracias a su ejemplo!

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