Johanna Nordblad (Pori, Finlandia,  1975) es una experta buceadora y apneísta a quien le apasiona sumergirse bajo el hielo, armada únicamente con sus aletas y una máscara de buceo. Esta especie de súper heroína finlandesa recuerda a las mujeres valientes y guerreras imbatibles que aparecían en los míticos cantares épicos del Norte de Europa. Todas ellas hacían del hielo su medio natural y, lejos de verlo como una inclemencia del tiempo, encontraban en él su fuerza y la paz interior necesaria para conectar consigo mismas y con la naturaleza.

Esta finlandesa, diseñadora de profesión, sufrió un terrible accidente a causa del cual casi perdió una pierna, pero no solo logró recuperarse, sino que esta circunstancia la ayudó a alcanzar retos increíbles, como convertirse, en 2015, en la primera mujer en la historia en bucear a 50 metros en aguas heladas y en apnea, es decir, sin ninguna ayuda externa para respirar, en la modalidad de buceo libre o freediving, logrando además el récord mundial femenino de apnea bajo el hielo.

En el país de Johanna, el hielo es un elemento natural que forma paisajes tan bellos como peligrosos. Curiosamente, la literatura fantástica y la mitología suelen vincularlos a personajes femeninos llenos de misterio, como hechiceras blancas, hadas del hielo, reinas de la nieve, gélidas sirenas y sobrecogedores espíritus entre la niebla. Como si fuera uno de estos peculiares personajes, Johanna ha sorprendido dentro y fuera de su país con su inspiradora historia de superación y su pasión por sumergirse en la oscuridad de las aguas bajo el hielo. 

A raíz de un terrible accidente en el que casi pierde una pierna, tomó contacto con el agua helada, logrando no solo recuperarse, sino llegar a batir el récord mundial femenino de apnea bajo el hielo en 2015
Una deportista valiente que asume un gran riesgo cada vez que se sumerge bajo el hielo sin ayuda exterior. Fuente: Instagram @elinamanninen

El camino que la convirtió en la «reina del hielo», uno de los muchos sobrenombres que le otorgan, empezó ya desde que era muy pequeña. En la ciudad donde vivía, había una piscina enorme al aire libre en la que le gustaba sumergirse y mirar desde allí abajo a las personas que nadaban en la superficie, que le parecían diminutas, como pececillos. Este juego le divertía y le hacía permanecer largas horas en el agua. A los seis años, seguramente motivados por lo mucho que le gustaba el medio acuático, sus padres le regalaron unas aletas de buceo. A Johanna le gustó tanto este regalo que durmió con ellas durante días. Quizá pensó que así podría bucear incluso en sueños.

Aquella niña finlandesa, que soñaba con ser domadora de leones, nunca pensó que llegaría a sentir una pasión irrefrenable por las aguas heladas, de hecho, lo descubrió por accidente, en un momento de su vida en el que todo le iba muy bien. Había puesto en pie una agencia de diseño gráfico en la que ejercía como diseñadora y en su tiempo libre se dedicaba al buceo, un deporte que le había llamado siempre la atención. Cuando, en el año 2000, hizo su primera inmersión en apnea, aquella increíble sensación de paz se apoderó de ella para siempre. Este deporte la cautivó y, en apenas unos años, su pasión la llevó a competir a nivel mundial junto a las mejores buceadoras y buceadores del mundo. Una de las modalidades que practicaba era el buceo dinámico con aletas, en el que la apneísta tiene que recorrer la mayor distancia posible de manera horizontal, con o sin aletas, sin tener contacto o ayudarse de ninguna superficie. En 2004, Johanna asombraba al mundo y establecía su primer récord mundial en esta modalidad, recorriendo 158 metros en 6 minutos y 39 segundos.

En el año 2000, hizo su primera inmersión en apnea: aquella increíble sensación de paz la cautivó y se apoderó de ella para siempre
La deportista finlandesa había practicado buceo en apnea durante años. Fuente: https://www.elinaandjohanna.com/

Todo parecía ir bien hasta que llegó un fatídico día de 2010 en el que un terrible accidente lo truncó todo. Johanna iba con su bicicleta descendiendo por un sendero muy embarrado cuando se golpeó con una roca, los pedales se bloquearon y su pierna se rompió en miles de trozos. Al principio, ella pensó que no se había hecho nada, pero cuando miró hacia su pierna vio que estaba completamente destruida. La fractura fue tan grave que los médicos tuvieron que dejar la herida abierta durante diez días para evitar que se necrosara. Estuvieron a punto de amputarle la pierna. Después de eso, tuvo que estar un año y medio en rehabilitación sufriendo unos dolores terribles, inaguantables. Todo aquel proceso consumió su energía y se vio obligada a cerrar su agencia de diseño y a despedir a sus trece trabajadores porque ya no podía hacerse cargo de los proyectos, su ánimo y su cuerpo estaban destrozados.

Poco a poco, volvió a caminar con la ayuda de un bastón, pero el dolor no remitía y se hacía cada vez más insoportable. Un médico le recomendó hacer terapia en agua helada: en aquel momento empezó su leyenda. Esta técnica alivia la inflamación y el dolor, y le iba a permitir relajar la mente después del sufrimiento de tantos meses. Cuando sumergió la pierna en el agua helada le costó un enorme esfuerzo aguantar la temperatura pero, tras insistir, comenzó a sentir un increíble alivio, así que, un buen día, introdujo la otra, así hasta que se vio sumergida por completo y descubrió que la sensación de paz al bucear bajo esas aguas le encantaba y le hacía sentir bien. 

Después del dolor y la tristeza que sufrió tras el accidente, el deporte y la belleza del mundo subacuático fueron su refugio. Nordblad recuperó por completo su pierna, abriéndose a un nuevo y gélido mundo bajo el hielo lleno de oportunidades para ella. Fue capaz de transformar una tragedia que podía haber arruinado su vida personal y profesional en un camino para recuperar su felicidad y obtener el éxito. Muchos la conocen ya como “la sirena del hielo».

Cuando su vida se derrumbó, el deporte fue su refugio y la belleza helada del mundo subacuático le hizo reencontrarse consigo misma. Muchos la llaman ya «la sirena del hielo»
Las inmersiones bajo el hielo requieren una gran entrenamiento físico pero, sobre todo, mental, para no caer presa del pánico. Fuente: https://www.elinaandjohanna.com/

Johanna es una mujer osada, a la que le gusta ponerse a prueba y explorar sus límites: los del cuerpo y los de la mente. Esos que, cuando se traspasan, pueden hacer que consigamos los mayores desafíos imaginables. Ella los alcanzó el 14 de marzo de 2015, en el lago Paijanne, en Asikkala, Finlandia. Allí logró recorrer 50 metros bajo el hielo, la distancia entre dos huecos hechos en la superficie congelada de más de 30 centímetros de grosor (esta es la regla estipulada para que sean incluidos en el Libro Guinness de los Récords) y lo hizo en tan solo 55 segundos, a 2 grados, vestida con solo un bañador y prácticamente sin luz.  Cuando salió del agua, dijo: “Querría mostrarle a todo el mundo lo bello y lo sencillo que es todo ahí abajo”. Así logró su récord mundial femenino de apnea bajo el hielo y, además, se convirtió en la primera mujer en la historia que consiguió bucear 50 metros en aguas heladas y en apnea.

El realizador y fotógrafo británico Ian Derry conoció a esta sirena del hielo a través de Elina Manninen, la hermana de Johanna, que también es fotógrafa, y su historia le llamó tanto la atención que decidió rodarla mientras se sumergía en el Sonnanen, su lago preferido. Este pequeño documental, que se llama Johanna, fue compartido por las redes sociales de National Geographic y se hizo viral, logrando más de diez millones de visualizaciones. Es un precioso testimonio donde podemos disfrutar de la inmensidad del paisaje finlandés la belleza del entorno subacuático, mientras la voz en off de Johanna nos habla de las sensaciones por las que atraviesa cuando bucea bajo la espesa capa de hielo. Rodar este documental supuso toda una aventura y un reto, ya que, a esas temperaturas, las baterías de los equipos de rodaje se agotan continuamente, ¡e incluso la cámara se llegó a congelar!

Cada vez que se sumerge bajo el hielo, pone su vida en peligro pero, para ella, es una experiencia única: “Querría mostrarle a todo el mundo lo bello y lo sencillo que es todo ahí abajo”

La apnea o buceo libre es un deporte complicado y requiere de mucha técnica. Se basa en suspender de manera voluntaria la respiración dentro del agua, mientras se recorren grandes distancias o se desciende hacia las profundidades. Esta técnica ya se usaba como parte de la milenaria pesca submarina a pulmón, habitual en países como Japón, Indonesia, Colombia o Filipinas. Además de un importante entrenamiento físico, requiere de una gran fuerza mental y ha de ir acompañada de una buena hidratación y alimentación, para que el cuerpo se encuentre en un estado óptimo. Hay especialistas que destacan los grandes beneficios de la apnea para la salud, tanto a corto como a largo plazo, ya que proporciona bienestar, conciencia de uno mismo, ayuda a relajar los dolores musculares y a combatir el estrés.   

Por supuesto, no es algo que se consiga de la noche a la mañana. Aguantar la respiración debajo del agua durante varios minutos exige mucha práctica para ir mejorando los tiempos y la profundidad. Bajo el hielo, es aún más difícil por la temperatura y porque la falta de visibilidad puede hacer que la buceadora se desoriente y no sepa dónde está, lo que pondría en peligro su vida. Johanna explica que ha logrado su récord mundial gracias a un entrenamiento constante y a un profundo conocimiento de su cuerpo. Y es que sumergirse en agua helada puede provocar pánico, pero a ella le produce relajación y le ayuda a enfrentarse a todos sus miedos. En Finlandia el agua es negra en las profundidades, lo que resulta inquietante para muchos buceadores, sin embargo, es uno de los motivos por los que a ella le gusta tanto bucear en su país. Quizás enfrentarse a la oscuridad es su forma de encontrar la luz que pueda guiarla en el camino.

En Finlandia, el agua es negra en las profundidades, lo que resulta inquietante para muchos buceadores. A Johanna le sirve para enfrentarse a sus miedos y alcanzar la relajación total
"If you stop, you will hear", una imagen de la serie Underwater Dreams- Pearl treasure of tears, por Elina Manninen y Johanna Nordblad. Fuente: https://www.elinaandjohanna.com/

Junto a su hermana Elina, además, forma un tándem perfecto para captar la belleza de la vida bajo el agua, un proyecto artístico en el que Johanna se convierte en modelo, posando con distintas prendas y complementos. Moda, agua y fotografía se dan la mano para lograr un resultado sorprendente. La luz que se filtra bajo la superficie logra un efecto mágico, onírico, incluso poético, que crea verdaderas obras de arte. Tanto es así, que las hermanas han realizado ya distintas exposiciones fotográficas con imágenes subacuáticas en las que la figura de Johanna recuerda a una evocadora sirena en su medio natural o a una nueva Ofelia que, como en Hamlet, la obra de Shakespeare, se sumerge lentamente en el agua, dejándose arrastrar a las profundidades.

Ambas hermanas dirigen una empresa de producciones audiovisuales subacuáticas y fotografía profesional: Green Water Production, de la que Johanna es directora creativa y artística.  Juntas recorren el mundo realizando hermosas fotografías y vídeos bajo del agua. Su objetivo es seguir experimentando con las posibilidades artísticas de este medio y mostrarlo al público en Finlandia, además de llevar su obra a otros países.

Junto a su hermana Elina, fotógrafa profesional, crea imágenes subacuáticas de gran belleza, obras de arte visual cargado de poesía 
Johanna se convierte en modelo subacuática para la cámara de su hermana Elina. Fuente: Instagram @elinamanninen

Johanna muestra su increíble destreza física y mental, además, en otro documental, llamado Big vs Small. En él, la directora Minna Dufton cuenta la historia de la portuguesa Joana Andrade, una de las pocas mujeres que compiten en big wave surfing. En esta arriesgada disciplina, las deportistas surfean olas de por lo menos 6.2 metros de altura. Para ello, Joana debe superar muchas barreras mentales y ser capaz de contener la respiración durante minutos. El documental muestra el entrenamiento que realiza con Johanna, una gran experta en la materia, quien asegura: «La gente entra en pánico bajo el agua, pero cualquier persona sana puede aprender conmigo a contener la respiración durante 2.5 minutos. ¡Y eso es mucho tiempo!». El documental vio la luz en 2020 y actualmente continúa su viaje por festivales.

Después de la recuperación de su accidente, Johanna Nordblad fue contratada para entrenar al equipo masculino de apnea de Finlandia, del que, además, fue capitana en el Campeonato del Mundo de Italia de 2014, en el que lograron un tercer puesto. Su próximo reto es tratar de batir el récord mundial absoluto de buceo en apnea bajo el hielo, que ostenta desde 2013 el danés Stig Åvall Severinsen, tras nadar 76 metros bajo el hielo en el lago Qordlortq, en Groenlandia oriental. En cualquier caso, no es algo que le obsesione, para Johanna lo importante es pasar el mayor tiempo posible haciendo lo que le apasiona, disfrutando bajo del agua.

Su próximo reto es tratar de batir el récord mundial absoluto de buceo libre bajo el en hielo, sin perder de vista el disfrute de las inmersiones del día a día
Las imágenes que las hermanas logran bajo el agua resultan muy atractivas para distintas firmas de moda, que cuentan puntualmente con ellas. Fuente: Instagram @elinamanninen

A día de hoy, Johanna vive en la isla de Lauttasaari, en Helsinki, junto a su hijo Kasper, y su vida transcurre entre entrenamientos y los distintos proyectos que lleva adelante. Sigue trabajando con su hermana Elina, su mejor amiga y su apoyo incondicional, ¡no pueden vivir la una sin la otra! 

En japonés, la palabra crisis significa peligro y oportunidad. En el caso de Johanna, su terrible accidente supuso una crisis que arrasó su mundo tal y como la conocía. Pero, más allá del peligro, del vértigo de perderlo todo, incluso una parte de su propio cuerpo, esta inspiradora finlandesa supo descubrir la oportunidad en las aguas heladas que tanto la ayudaron para convertirlas en su pasión y un camino para alcanzar la excelencia, dejando atrás los límites conocidos.

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